El Arte de la Simplicidad: una practica ~ una forma de ser ~ un estado mental ~ una cualidad de corazón ~ un portal a la felicidad, la gratitud y la paz
La simplicidad esta directamente ligada con la Meditación de Atención Plena: ver las cosas como son.
Cultivar el
arte de la simplicidad va de la mano con cultivar la claridad y la objetividad.
Somos humanos.
Tenemos filtros, perspectivas, gustos personales, opiniones, etc. Es normal.
Todos somos diferentes y eso nos hace interesantes.
La simplicidad
como practica es una manera de ver e interactuar con la vida momento a momento día
a día. Así como la paz no es un lugar lejano para encontrar, sino una presencia
para crear, la simplicidad no es un destino lejano, sino una relación con la
vida.
Recordemos
que las prácticas de la Meditación de Atencion Plena es como un pájaro y necesita
para volar o equilibrar, dos alas: la consciencia sin juzgar y la compasión.
¿Como
simplificamos el momento y para qué fin?
Un ejemplo:
vas manejando en tu carro hacia una cita y se detiene el tráfico. Empiezas a
tensarte y preocupar. No puedes avanzar. Pausas. Conectas con tu respiración. Escuchas
tu voz interior y reconoces este dialogo interno: este trafico no avanza, se te
va a hacer tarde para tu cita y mas te empiezas a estresar. La pregunta en ese
momento es, ¿Que realmente está sucediendo? El tráfico está detenido. Tu estas
en un carro. Tienes una cita. No hay nada que puedes hacer para impulsar este
trafico a moverse mas rápido. ¿Como simplificas el momento? Reconoces que realmente
y simplemente esta sucediendo y todo aquello que le estas agregando y complicando
lo cual esta causando sufrimiento y estrés. Tienes una opción muy clara: puedes
respirar, confiar, cultivar paciencia y esperar. O puedes seguir tensando tu
cuerpo y entreteniendo esa voz interna que dice todo lo que no saldrá como tus
esperas. De cualquier forma, ese trafico enfrente de ti se moverá a la velocidad
misma. Que tal si respiras, confías, y ese tráfico se mueve simplemente cuando
se mueve y simplemente llegas a tu cita. Si llegas tarde, pides una disculpa
sin mil explicaciones. ¡Si llegas a tiempo, super! Eso me paso el otro día,
exactamente este ejemplo.
Segundo
ejemplo: envías un texto. La persona que escribiste no te contesta. Empiezas a
suponer todas las razones que no te esta escribiendo. Checas tu teléfono. Nada.
Pausas. Ves la simplicidad de lo que sucede: enviaste un texto. Checaste. No
hay respuesta. No sabes que pasa con la vida de la persona que escribiste. Si
no es urgente – porque hoy en día se suelen tratar con urgencia muchas
situaciones que no lo ameritan – rediriges tu atención hacia ti, hacia alguna
otra diligencia, algo diferente. Simplemente no complicas lo que no puedes
controlar. Dejar ser y así relajas en tu ser.
Tercer
ejemplo: despiertas a la media noche y te acuerdas de varios pendientes. Estas
despierto y no logras volver a dormir. Simplificas el momento através de pausar,
respirar y simplemente reconocer: estas despierto, hay pendientes, prefieres
dormir. Puedes reconocer cuales son los pendientes. No tienes que resolverlos.
Solo dejarlos estar ahí. Y puedes volver a tu respiración. Una respiración consciente
a la vez. O puedes entretener uno de los pendiente y simplemente darle tu atención.
Tal vez resuelves algo. Si empiezas a complicar el momento o crear mas sufrimiento
con enojo o frustración porque estas despierto cuando te gustaría estar dormido
– es decir, resistir la realidad -- simplemente reconocer ese deseo, o esa frustración.
Es natural y humano. Cabe la compasión y la paciencia. Se dice que la mayoría de
las preocupaciones que tenemos están fuera de nuestro control y serán resueltas
de todas maneras. Cierto o no, podemos decidir hacia donde dirigimos nuestra atención.
Sencillo, mas no fácil. Con la práctica, mejoramos. Relajamos en el momento y así,
cuando es necesario realmente tomar una decisión, aquella decisión está hecha
con claridad.
No podemos
controlar el tráfico, a otras personas, el clima, infinitos ejemplos.
Si podemos simplificar
nuestra perspectiva, ver las cosas como son, reconocer cuando estamos agregándola
a la historia – como se dice comúnmente: ¡inventando cosas! – y complicando nuestra
existencia, causando sufrimiento innecesario. Como dice un dicho, “El dolor es
inevitable, el sufrimiento es opcional".
Si podemos
pausar.
Podemos manejar
nuestra respuesta o no respuesta.
Decidir a qué
o a quien le dedicamos nuestro tiempo, atención y energía. Simple y
sencillamente.
Podemos
respirar y simplemente sentir.
Recordar:
todo lo que practicamos mejoramos.
Podemos
apoyarnos en las actitudes fundamentales que apoyan y fortalecen la Meditación
de Atención Plena: curiosidad, amabilidad, gratitud y generosidad, aceptación,
no juzgar, no forzar, soltar – dejar ir y dejar ser, paciencia, humor,
confianza y mente de principiante.
¿Que
queremos mejorar y cultivar? Simplicidad. Presencia. Compasión. Que mas?
Si resuena contigo este tema, te ofrezco algunas reflexiones:
¿Porque te llama este tema, la simplicidad?
Cuál es tu intención para cultivar la simplicidad?
¿Cual es la aspiración de tu corazón?
La aspiración de tu corazón ya existe y vive
dentro de ti. Es una forma de ser. Una cualidad. Y parte de tu ser. Podría ser tan sencillo
como una de las actitudes mencionadas arriba.
Que tu practica de meditación para cultivar la
simplicidad sirva para profundizar y expandir tu aspiración, sentirla en tu
vida, día a día.
Cultivar el
arte de la simplicidad es como todo tipo de arte: subjetivo y personal. La
simplicidad para mi puede ser, sentir o verse diferente que la simplicidad para
ti, la persona a tu lado, en fin. Tu camino, tu practica es personal. No hay
comparativa ni jerarquía. Todos somos diferentes y aun así, hay una universalidad:
no importa la edad, genero, raza, nivel socioeconómico, fe, identidad, orientación,
habilidad, en fin – cultivar el arte de la simplicidad como una práctica, una forma
de ser y vivir, puede brindarnos ecuanimidad en nuestra mente-corazón y
abrirnos a la felicidad, gratitud y paz.
Simplificar
es discernir, confiar, compartir y soltar. Reconocer lo que esta fuera o dentro
de nuestro control. Así, nuestro tiempo, energía, atención y acciones son
claramente dirigidas. Así, nos complicamos menos la existencia a nosotros
mismos y a los demás. Causamos menos sufrimiento a nosotros mismos y a los demás.
La simplicidad
es una práctica fluida. Lo que es simple en una etapa puede ser diferente a
otra etapa de nuestra propia vida. La simplicidad no tiene fin. No es estática.
Tiene vida y tu la respiras. Momento a momento. Dia a día.
¿Y qué
sucede cuando se nos olvida y nos encontramos complicando nuestra existencia de
nuevo? Pausamos. Respiramos. Siempre podemos volver a empezar. No nos condenamos.
Si no, reconocemos con humildad, humanidad y humor nuestra situación de momento
y nuestras opciones. ¿Qué queremos mejorar? El Arte de la Simplicidad. Una
forma de ser, sentir y fluir con la vida.
Namaste,
Tehroma
P.D. Mis
escrituras son simplemente una ofrenda. Si algo que escribo resuena contigo: úsalo, compártelo, llévalo contigo. Si algo que escribo no resuena
contigo, déjalo atrás. Simple y sencillamente. Gracias.